, era fácil reconocerlos: los malos no se afeitaban, tenían mala cara y estaba mal vestidos; los buenos, sin embargo. estaban siempre impolutos y con sonrisa beatífica.

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Nada era complicado, los americanos, los del norte, estaba claro que eran los buenos y los de detrás del telón de acero, eran los malos. En las guerras, que también las había como ahora, se sabía quiénes eran los que llevaban la razón y la justicia y quiénes eran los que tenían abyectos planes. Todo era simple y meridiano o, al menos, eso me parecía a mi o eso era lo que nos llegaba al ciudadano de a pie, ya que no había demasiadas fuentes para contrastar opiniones o informaciones.

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Pero, hete aquí, ahora los malos son irreconocibles por su aspecto. Un psicópata que ha enviado al otro mundo a todos los que ha podido, resulta que es un ciudadano ejemplar que no ha suscitado jamás una sola sospecha. Muchos de los que acaban en la cárcel han paseado traje y corbata amén de un buen afeitado y bronceado.

Entonces, como no sabemos quienes son cada uno con una sola y superficial mirada, nos obligan a adentrarnos en los vericuetos de la voluntad humana y en los enrevesadas estructuras de la información. Y aquí es aún peor, cuando pensamos que ya entendemos algo, que por fin, ya dominamos un tema o asunto en cuestión resulta que nos enteramos de que no sabemos nada , que todo es distinto, que la información que nos habían ido dosificando no era tan veraz. Es como el chiste, en el que está uno toda la vida aprendiendo a decir "pilícula" y ahora lo llaman " Flim".
Un ejemplo de todo esto lo tenemos con el cambio climático. Estos últimos años parecía que no había otra cosa más importante en el mundo. Nos han tenido acongojados con la idea de que, de seguir con nuestra desenfrenada emisión de CO2 a la atmósfera, estabamos irremediablemente conducidos a sufrir nuestro particular Armaggedon, más pronto que tarde. Mirábamos esperanzados hacia Kyoto esperando que hubiera un poco de sentido común en los mandatarios mundiales y llegasen a compromisos para lograr una significativa reducción en las emisiones contaminantes. Leíamos que había islas que iban a desaparecer, playas inundadas, el valor de los inmuebles de la Maga del Mar Menor caían en picado y todo veíamos los aconteceres de la película "El día de mañana" como algo inevitable y a la vuelta de la esquina si no se tomaban medidas adecuadas y urgentes.
Pero, ahora vemos que, una vez más, nada era tan fácil y sencillo como parecía. Ahora resulta, según dicen, que la temperatura de la atmósfera no ha aumentado tal y como entonces decían, que no existen pruebas de que el CO2 sea causante de ningún tipo de calentamiento, que éste ya se ha producido con anterioridad en otras épocas históricas de forma natural, que los datos que nos suministraba periódicamente el IPCC de la ONU estaban maquillados, por no decir falseados y poco o nada contrastados.

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Y seguro que si pensamos un poco a tod@s se nos ocurren otros muchos asuntos como éste en el que se nos ha quedado cara de bobos y un regusto de engaño y fraude en la boca.
Todo esto me resulta muy familiar: Se trata de cambiarlo todo para que todo siga igual.
Como decía, cuando yo era niño, aunque yo no lo sabía entonces, nos lo simplificaban todo, nos decían qué teníamos que saber y qué teníamos que pensar. Ponían delante de nuestros ojos al hombre del saco y al sacamantecas, pero también a los héroes de Marvel y al Capitán Trueno.

En nuestro fuero interno sabíamos que algo no funcionaba, que nos ocultaban cosas y que nos ofrecían la imagen idílica de un mundo que no era real, pero cuyas piezas encajaban perfectamente y nos resultaba muy cómodo vivir en esa mentira confortable.
Han pasado muchos años, o pocos..según se mire y ahora hay muchos más medios informativos, existe internet, las redes sociales..y hasta dicen que existe mayor libertad, pero...con el transcurso del tiempo mi ingenuidad y credulidad se han convertido en escepticismo. no sé si por convicción o porque me estoy haciendo mayor, quizás porque ya lo relativizo todo, quizás porque ya he visto demasiadas cosas y estoy harto de que me mientan o que me digan lo que interese y me oculten lo que no interese. Antes no nos daban información y ahora nos suministran dosis informativas según les conviene. Se trata de que pensemos o actuemos según quieren los poderes fácticos. Antes lo trataban de conseguir a la fuerza :tu tenías que pensar así y si no atente a las consecuencias. Ahora lo hacen de forma más sutil , te van programando tu "disco duro" introduciéndote la información necesaria para ello.
Puede que no tenga motivos o puede que sí, o simplemente puede que sólo sea porque es un día frío, algo gris y medio lluvioso, pero todo esto me resulta tan familiar......
Por poner algo de humor, una última viñeta
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Yo también tengo esa sensación familiar muchas veces.Me siento manipulado, que dirigen la formación de mi voluntad y mi opinión, dosificando la información según sus intereses. Esto me lleva a ser a ser un incrédulo, un escéptico. ÁNIMO, YA SOMOS DOS.
ResponderEliminarSi, también estoy de acuerdo, pero poniendo un poco de cordura y menos escepticismo, te diré que ahora ya no lo tienen tan fácil, fíjate lo que ha pasado en Egipto este fin de semana: el Poder negó la violencia en la disolución de las manifestaciones, sin embargo por medio de internet y sobretodo de las redes sociales , las imágenes de la represión policial y militar ha llegado a todo el mundo, por lo que se han tenido que retractar.
ResponderEliminarNos querran dar información dosificada, encauzada a conseguir sus intereses, pero la "masa" ya no somos tan borrega y tenemos medios para comunicarnos rápidamente, medios que hace unos años no eran más que sueños u utopías y hoy, ahora, ya son una realidad.